martes, 4 de mayo de 2010

RIO ARRECIFES: MISTERIO EN LOS BARRANCOS

A poco de salir, en el raid náutico Arrecifes-Baradero, bajamos por el Paso del Cañón. Este paso si mal no recuerdo tiene unos "arrecifes" ubicados en tres escalones encimados, y se lo conoce así porque había un viejo cañón que servía de mojón al paso de vehículos y la mensura de campos vecinos.
Luego entramos en un sector de barrancos fosilíferos. El primer fósil que vimos, el cráneo de un gliptodonte asomando del barranco, fue aprovechado por los nautas para extraerles los largos dientes, unos 5 centímetros, como recuerdo. Los gliptodontes eran gigantescos armadillos. Este parecía tener unos dos metros de largo y tenía la peculiaridad de haber sido enterrado vivo, daba la impresión de hallarse armado. ¿Qué lo enterró vivo en ese lugar? Fue un enigma para mí, aunque considerando varias posibilidades, supongo fue una gran tormenta de arena y tierra.
Siguiendo hacia Baradero, antes de llegar al nivel de Ingeniero Moneta, en el barranco izquierdo, como pegados a el, aparecieron unos huesos largos y finos pertenecientes a un esqueleto algo desarmado pero de pié, con la rareza que su superficie no era lisa, sino con depresiones, o poceados, a todo lo largo de los huesos. Por mi poca sabiduría durante muchos años me intrigaron. Hoy sé que se trataba de un primitivo indígena que padeció sífilis congénita avanzada.
Ignoro si se han hecho estudios especializados, pero todo parece indicar que así como la viruela fue traída por los españoles y se propagó rapidamente por América. La sífilis, llamada entonces, en el 1498, mal de Nápoles, mal francés, gran viruela, etc., fue llevada por ellos de América a Europa, y se distribuyó con velocidad por el occidente europeo.
Otro fósil que llamó mi atención, al cual ví de lejos, fue una larga columna vertebral, de 8 o 9 metros de largo, que aparentaba ser de un gran yacaré. Si bien mis conocimientos sobre tal tema son incompletos.
Ernesto Fidel Atencio