martes, 21 de diciembre de 2010

RIO ARRECIFES: EN LA CARCEL

A las 14 o 15h. partimos del puente y nos dirigimos a otro de un ferrocarril, antes los participantes del Club de Regatas de Baradero nos informan que dicho lugar es muy temido por los deportistas locales, pues hay un salto de agua. Nos arrimamos con discreción y preguntamos a un pescador deportivo, que abundan, si vió pasar algún compañero nuestro. Nos comenta, con admiración, del paso de uno que parecía un verdadero indio (Kitty Bergés), que ni bien pasó el salto se tiró al agua. Dejamos que Ariel (Bártoli) solo en la embarcación la lleve y vamos a esperarlo aguas abajo por las dudas. Lo pasó a remo y sin ningún inconveniente. Las otras canoas tampoco tienen problemas. Luego pasamos por los restos de un puerto del Canal del Norte, donde todavía emergen los pilotes del muelle. Más allá pasamos por otra construcción que desconocemos y después por un viejo vado. Evidentemente se trata del lugar por donde San Martín y sus gloriosos granaderos cruzaron el río Arrecifes al ir y volver de San Lorenzo. La velocidad de la marcha nos impide comprobar si el fondo del paso, que topamos con el casco y la hélice, es natural o artificial. Luego de otro trecho acampamos en un montecito de eucaliptos. Los de Baradero vienen atrás. Armamos las carpas y limpiamos nuestra lancha. Dos compañeros van a buscar agua en el edificio que se ve del monte, en lo alto del albardón que corre a la par de la margen derecha del río en esa parte. Poco después pasa el avión de Arrecifes y arroja dos paquetes con cubitos (1), uno a tierra y el otro al río, uno de los conscriptos se tira en el agua para contribuir a recuperar los cubitos, y en ese momento nos enteramos que no sabe nadar, rapidamente se lo auxilia. Del albardón llega un jeep y nos comunican que no se puede acampar allí, pues son terrenos de una penitenciaría(Unidad Penitenciaria Nª11). El oficial de la Subprefectura, que nos acompaña, pide hablar con el jefe del penal y soluciona la situación. Nos ofrecen agua y refugio en el casino, en caso de tormenta. (Dos o tres de los muchachos arrecifeños se dedican a cazar cotorras en los eucaliptus, con una carabina).
(1)Laq navegación del Arrecifes se hizo por medio del río, a pleno sol, y con temperaturas de hasta 38 grados centígrados, de allí la desesperación por conseguir cubitos y bebidas frescas.
Ernesto Fidel Atencio
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