lunes, 14 de febrero de 2011

RIO ARRECIFES: RUTA PANAMERICANA

Lancha "DON ELEDO", Diario de navegación, Sábado 3 de Febrero, 1979
Se vuelve a proseguir la navegación, ya no existen los rápidos, y los ramajes que molestan el paso se hacen más escasos. El río es más ancho y profundo. Las barrancas cada vez son geologicamente más recientes. A poca distancia de donde pernoctamos encontramos un molino de agua, que afortunadamente había sido arreglado el día anterior, según nos comentó un puestero. Todos nos proveemos de abundante agua fresca. En el río nos enfrentamos con mallones, espineles y barriletes. Un espinel se nos enreda en la hélice y lo cortamos. La otra lancha (la Dalila) se traba en un trasmayo y aprovecha para surtirse de pescado. En total y por desgracia pasamos por encima de más de una docena de mallones. El dorado, el rey de nuestros peces, que aparentemente busca las puntas de los arroyos para desovar, ahora que dichos artefactos de fabrican industrialmente y a un precio sumamente accesible, se ve amenazado de extinguirse por falta de reproducción y su número y territorio se reducen cada vez más, ya que no se le permite pasar, (por los mallones) a sus desovaderos naturales. Entre los nautas y los pescadores comerciales de la orilla surge un incidente, que no pasa de las palabras por el corte de líneas. Se prosigue la marcha con afán para llegar al puente de la Panamericana antes del mediodía. En las márgenes empiezan a verse montes artificiales de sauces, eucaliptos y álamos, también se ven y oyen muchas cotorras que tienen sus nidos en los eucaliptos. ( Las cotorras se alimentan principalmente de las semillas de los eucaliptos). Hasta el momento la flora predominante había sido de algarrobos, cinas cinas y otras variedades silvestres.
Ernesto Fidel Atencio.
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